LYRICS
I was nothin’ but a city boy
My trumpet was my only toy
I’ve been blowin’ my horn
Since I knew I was born
But there ain’t nobody wants to know
I’ve been sleepin’ on the sidewalk
Rollin’ down the road
I may get hungry
But I sure don’t want to go home
So round the corner comes a limousine
And the biggest grin I ever seen
Here sonny won’t you sign
Right along the dotted line
What you sayin’ are you playin’
Sure you don’t mean me?
I’ve been sleepin’ on the sidewalk
Rollin’ down the road
I may get hungry
But I sure don’t want to go home
Now I tell you what happened…
They took me to a room without a table
They said ‘blow your trumpet into here’
I played around as well as I was able
And soon we had the record of the year
I was a legend all through the land
I was blowin’ to a million fans
Nothin’ was a missin’
All the people want to listen
You’d have thought I was a happy man
And I was sleepin’ like a princess
Never touch the road
I don’t get hungry
And I sure don’t want to go home
Have to have some fun…
Now they tell me that I ain’t so fashionable
An’ I owe the man a million bucks a year
So I told ‘em where to stick the fancy label
It’s just me and the road from here
I’m back to playin’ and layin’
I’m back on the game
I’m sleepin’ on the sidewalk
Rollin’ down the road
I sure get hungry and
I sure do wanna go home.
LETRA
Yo no era mas que un chico de ciudad.
Mi trompeta era mi único juguete.
La he estado tocando
desde que tengo uso de razón,
pero a nadie le ha importado nunca.
He estado durmiendo en la acera,
rodando calle abajo,
y puede que esté hambriento,
pero estoy seguro de no querer volver a casa.
Así que doblo la esquina me encuentro una limusina.
Y a la sonrisa más grande que jamás he visto.
El tipo me dice: – Hey chaval, firma aquí,
sobre la linea de puntos.
– ¿Qué?. ¿Está seguro? ¿Me toma el pelo?
¿Me está hablando a mí? -le contesto.
He estado durmiendo en la acera,
rodando calle abajo,
y puede que esté hambriento,
pero estoy seguro de no querer volver a casa.
Y os contaré lo que me pasó…
Me llevaron a una habitación sin mesas ni sillas
y me dijeron que tocase allí la trompeta.
Toqué tan bien como sabía.
Y pronto tuve el disco del año.
Me convertí en una leyenda.
Tocaba para un millón de fans por todo el mundo.
Nadie se lo quería perder,
nadie quería pasar sin escucharme.
Si me vieras, pensarías que era el hombre mas feliz.
Dormía como un príncipe,
sin tocar la carretera,
ni pasar hambre.
Segurode no querer volver a casa.
Lo único que quería era pasarlo bien.
Ahora me dicen que estoy pasado de moda,
Que debo un millón de pavos al año a un tío.
Así que les dije donde podían meterse la puñetera etiqueta.
Mi vida soy yo, y la carretera delante de mí.
Comenzado de nuevo a jugar, y arrastrarme.
De vuelta al juego otra vez.
Durmiendo en la acera,
rodando calle abajo.
Tengo hambre,
y estoy seguro de querer volver a casa.
Yo no era mas que un chico de ciudad.
Mi trompeta era mi único juguete.
La he estado tocando
desde que tengo uso de razón,
pero a nadie le ha importado nunca.
He estado durmiendo en la acera,
rodando calle abajo,
y puede que esté hambriento,
pero estoy seguro de no querer volver a casa.
Así que doblo la esquina me encuentro una limusina.
Y a la sonrisa más grande que jamás he visto.
El tipo me dice: – Hey chaval, firma aquí,
sobre la linea de puntos.
– ¿Qué?. ¿Está seguro? ¿Me toma el pelo?
¿Me está hablando a mí? -le contesto.
He estado durmiendo en la acera,
rodando calle abajo,
y puede que esté hambriento,
pero estoy seguro de no querer volver a casa.
Y os contaré lo que me pasó…
Me llevaron a una habitación sin mesas ni sillas
y me dijeron que tocase allí la trompeta.
Toqué tan bien como sabía.
Y pronto tuve el disco del año.
Me convertí en una leyenda.
Tocaba para un millón de fans por todo el mundo.
Nadie se lo quería perder,
nadie quería pasar sin escucharme.
Si me vieras, pensarías que era el hombre mas feliz.
Dormía como un príncipe,
sin tocar la carretera,
ni pasar hambre.
Segurode no querer volver a casa.
Lo único que quería era pasarlo bien.
Ahora me dicen que estoy pasado de moda,
Que debo un millón de pavos al año a un tío.
Así que les dije donde podían meterse la puñetera etiqueta.
Mi vida soy yo, y la carretera delante de mí.
Comenzado de nuevo a jugar, y arrastrarme.
De vuelta al juego otra vez.
Durmiendo en la acera,
rodando calle abajo.
Tengo hambre,
y estoy seguro de querer volver a casa.
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