Freddie Mercury & Mary Austin

El 27 de junio de 1970 presentó a Mary Austin, con quien vivió durante siete años y lo acompaño hasta el momento de su muerte. En la década de 1970, Mercury tuvo una relación prolongada con Mary Austin, Se conocieron en el Kensington Market, Freddie vendía ropa junto con Roger y Mary en la Tienda. Brian fue quien los presentó.

"Después de una presentación de la banda. Todas las chicas se acercaron a Freddie. Yo solo había cumplido con todo, pensé que ya no me necesitaría. Sin embargo cuando iba de regreso, sentí su mano en mi hombro diciendo: '¿ya te vas?'". "Freddie duró casi 6 meses en invitarme a salir, yo pensaba que le gustaba mi amiga. Hasta que una noche que me invitó a salir, yo dije que iba al baño y me escapé por la ventana. Después Freddie se enojó conmigo", dijo Mary Austin en una entrevista.

Vivieron juntos en un apartamento durante 6 años en West Kensington. A mediados de esa década (70) Mary sospechaba que algo no marchaba bien en su relación con él. Pensaba que la estaría engañando, pero nunca imaginó que fuera con hombres. Ella supo todo, cuando en una discusión, él le confiesa su bisexualidad, Feddie tuvo un encuentro amoroso con un ejecutivo de la compañía Elektra Records, que acabó con su relación.

Mercury y Austin mantuvieron una cercana amistad a lo largo de los años y el cantante se refería a ella como su única amiga de verdad. En una entrevista de 1985, afirmó: «Todos mis amantes me preguntan por qué no puedo reemplazar a Mary Austin, pero eso es sencillamente imposible. La única amiga que tengo es Mary y no quiero a nadie más. Para mí, ella es como una esposa. Para mí era como un matrimonio. Confiamos el uno en el otro, eso me basta.»

Mercury escribió muchas canciones sobre Austin, entre las cuales se destaca «Love of My Life», además el padrino del hijo mayor de Austin, Richard.

El mundo se sorprendió cuando al morir Freddie Mercury, legó la mayor parte de su multimillonaria fortuna a una Mary Austin. Cuando Freddie Mercury le dijo por primera vez a Mary Austin, que deseaba dejarle su majestuosa mansión Georgiana en el barrio londinense de Kensington, su reacción inmediata fue de sorpresa, y después temor. De hecho, le aterrorizaba tanto el asumir tan enorme responsabilidad que intentó convencerlo de que destinara la casa, con su hermosa colección de mobiliario antiguo y pinturas, a una fundación como museo. Freddie consideró esta opción, pero decidió que quería que Mary tuviese algo permanente en su vida.