‘Led Zeppelin se han convertido en el

En otoño de 1980 llegaron Crazy little thing called love (se dice que compuesta por Mercury y la banda en el baño de su habitación del hotel Hilton, de Berlín) y Another one bites the dust, del disco The Game, y, con ellos, su primer número uno en Estados Unidos. Mercury se estableció en Nueva York, donde se compró un apartamento de lujo con vistas a Central Park. La terrible enfermedad de breve nombre aún no había proyectado su oscura sombra y la comunidad gay neoyorquina atravesaba su época dorada de promiscuidad. En palabras de Mercury: ‘Nueva York es la Ciudad del Pecado y aquí me siento libre para hacer cochinadas hasta la saciedad. Me despierto por la mañana, me rasco la cabeza y me pregunto a quién me voy a tirar a continuación’.
En su biografía de 1998 titulada Freddie Mercury, Freestone describe cómo era un día normal para el cantante entre 1980 y 1982. Se levantaba alrededor de las cuatro de la tarde y echaba de su apartamento a sus conquistas de la noche anterior, a menudo hasta seis. Después del desayuno, le daba una lista de la compra a Freestone, que salía en busca del camello. Sobre las ocho de la tarde, una limusina recogía a Mercury y sus acompañantes para llevarlos a algún club en el que se unían a otros cientos de personas en una maratón de sexo sin interrupciones. Según Elton John, Mercury tenía un aguante como nunca había visto en nadie. ‘Pasaba noches y noches despierto’, contó en 2001, ‘te lo encontrabas a las once de la mañana y seguía volando alto. Su banda tenía que coger un avión y él decía, tan tranquilo: ‘Joder. ¿Otra raya, querido?’. Sus apetitos eran insaciables. Me agotaba a mí, y eso no es fácil’.” – Texto extraído del reportaje Larga vida a La Reina, publicado en abril del 2005, por Rolling Stone.
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